Qué mejor manera de conocer nuestro entorno que verlo, olerlo, tocarlo...vivirlo. Y eso es lo que hemos hecho para celebrar el día de Andalucía, visitar el Centro de Recepción Anastasio Senra en la Calatilla.
Nada más llegar nuestra guardiana de la marisma Belén nos impuso una chapa que todavía no tenía poderes.
Para tenerlos y convertirnos nosotr@s también en guardianes y guardianas de la marisma teníamos que pasar cuatro pruebas. En cada prueba aprenderíamos mucho sobre algo y tendríamos que recordarlo todo, todo.
En la primera prueba conocimos a un habitante muy especial del río, el cangrejo, cómo es, cómo anda, qué come, etc.
Y nos hicimos nuestro propio cangrejo.
En la segunda prueba visitamos el CREA (centro de recuperación de especies amenazadas). Belén nos contó las historias de la espátula Plata, el búho real y el águila ratonero Pepe.
Todos llegaron aquí por accidentes o descuidos humanos y son protegidos y cuidados además de otros animales.
Si alguna vez nos encontramos animales en estas circunstancias debemos traerlos aquí para ser cuidados y recuperados.
En la tercera prueba la guardiana Belén nos contó cómo y porqué viajaban las aves y cómo las anillaban para poder cuidar de ellas mejor.
Luego nos llevó hasta la marisma y observamos muy de cerca flamencos volando, flamencos y gaviotas comiendo
y un montón de pequeñas artemias o dragones rojos que son los alimentos fundamentales de los flamencos. Gracias a ellas podemos ver a estas aves de color rosa.
¡Ah! que no se olvide recargar la chapa!
Para terminar, en la última prueba escuchamos el cuento del Cangrejito Marismito, basado en una historia real, aunque contado de forma fantástica para niños.
"Hace algún tiempo, vivía en nuestra marisma un pequeño cangrejo. Salía todos los días a darse sus paseítos y al ver lo bonito que era todo su color se volvía verdecito, en paz y calma.Un día, en uno de sus paseos se encontró a su amiga la garza real. Le contó que estaba a punto de irse de la marisma porque llegaba el invierno y le tocaba emigrar.
Entonces nuestro cangrejito se empezó a poner un poco azulado de pena de pensar que se iba una amiga y toda su familia.
Pero a los pocos días se encontró a un águila pescadora. Ella también le dijo que se iba a marchar pero no por la emigración.
Unas personas pensaban que los mosquitos de la marismas eran tan tan tan molestos que los querían matar a toda costa y estaban echando veneno en el agua. El veneno también estaba matando los peces con lo cual el águila no podía comer y se tenía que marchar.
En este caso nuestro cangrejito se puso rojo del enfado y de la impotencia de no saber qué hacer.
Pero no pasó mucho rato cuando pasó por allí una espátula preciosa que estaba muy agobiada de toda la basura que había en la marisma y lo mal que lo pasaban todos los animales por culpa de ello. Hablando con ella se dio cuenta de que la marisma estaba en peligro y se fue poniendo negrito de miedo.
Hablando, hablando no se dieron cuenta de que unos niños que jugaban en su barca muy cerca de la isla de Enmedio les estaban escuchando. Ellos querían ayudar pero no sabían cómo. Hasta que a uno de ellos se le ocurrió que podían contarlo en casa y pedir ayuda a los mayores.
Este niño tuvo la gran suerte de contárselo a su tío Anastasio que rápidamente se dio cuenta del peligro que estaba corriendo nuestra marisma y empezó a hablar con todos sus amigos y a pedir ayuda a las fábricas, a las personas que tiraban basura y mataban mosquitos... Todos le escucharon y empezaron a tomar medidas para conservar y cuidar nuestro entorno querido.
El conagrejito se puso amarillito de alegría al ver cuántos guardianes tenía él y sus amigos.
Sólo nos pide una cosita: que utilicemos la energía con la que hemos cargado nuestra chapa y la utilicemos para ser también los mejores GUARDIANES DE LA MARISMA DEL ODIEL".
Antes de irnos pudimos expresar todo lo que habíamos aprendido y sentido en el día de hoy de la mejor manera que sabemos, dibujando.
¡Gracias a todos y a todas las personas que han echo posible esta experiencia tan especial!
No hay comentarios:
Publicar un comentario