El primer día de clase después de Navidad siempre es especial. Mis niños y mis niñas siempre tienen mil cosas que contarme: dónde han ido, con quiénes han estado y sobre todo lo que hicieron el día de las uvas y, por supuesto, los REYES con mayúsculas.
Por eso, me gusta que el primer día siempre traigan de casa alguno de los juguetes nuevos y puedan así compartirlos con tod@s.
Siempre que escribimos la carta a los Reyes Magos en el cole para dársela en el teatro solemos escribir una en común para pedir alguna cosilla para la clase. ¡Pero este año se nos olvidó!
Así que no esperábamos nada...
Cuál ha sido nuestra sorpresa cuando nos encontramos al llegar una bolsa grande con una carta.
En ella nos los tres Reyes nos decían que, a pesar de todo, nos habían observado y por ser tan buenos y tan buenas nos dejaban tres regalitos.
Pero al abrir la bolsa no había tres sino cuatro regalos y cada uno más extraño que los demás.
"¡Pero si nosotros no habíamos pedido esto, seño!
¿Para qué nos lo traen los reyes?"
Ea, pues ahora vamos a pensar qué uso les podemos dar.
¿La bola del mundo?
Pues nos viene muy bien porque la nuestra se había roto y ya no podíamos ver los viajes de Aris.
¿El puzzle del cuerpo?
Pues para aprender cosas de nuestro cuerpo y así aprovechamos con el maletín de médico y curamos a alguien si se pone malo.
¿Y lo otro?¿Qué es?
Bueno, por ahora lo dejaremos hasta ver de qué se trata...
MUCHAS GRACIAS A MELCHOR, GASPAR Y BALTASAR.
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