"¿Es lo mismo viento que aire?"
Qué mejor que una pregunta aparentemente sencilla para hacer pensar a alguien.
Mis niños y niñas opinaron mucho pero andaban un poco lejos de la respuesta así que comenzamos a experimentar.
¿Dónde está el aire?
¿Se ve?
¿Se toca?
¿Para qué sirve?
Cada pregunta se fue contestando adecuadamente y se sorprendieron cuando se llenaba la barriguita de aire al respirar. ¡Qué guay seño!
"Y ahora que sabemos qué es aire, ¿es igual que el viento?"
A esta pregunta sí contestaron rápido: "el viento es cuando se mueve el aire".
"¿Cómo podemos mover el aire?"
Aquí es donde interviene la imaginación de todos mis niñ@s porque han sabido hacer viento con todas las partes del cuerpo, con objetos....
Ahora toca convertirse en viento de otoño y soplar, soplar, soplar...
"¿Qué cosas es capaz de mover el viento?¿moverá hojitas de otoño?"
"¿Será capaz de mover lápices, tijeras, pintura, un molinillo de viento u otras cosas? Vamos a intentarlo..."
Como conclusión de este taller mis niños y mis niñas han aprendido la diferencia entre aire y viento y que el viento de otoño es capaz de dejar pelado a un árbol porque las hojas pesan poco pero no es capaz de arrancar al árbol porque pesa mucho.
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